lunes, 1 de junio de 2009

Por que la CNT esta en contra de las elecciones sindicales, (Primera parte).

En diversas entradas iremos explicando porque la CNT esta en contra de las elecciones sindicales y como este sistema de representacion sindical es una arma del Estado y de la Patronal para silenciar la voz de la clase trabajadora. Los textos estan sacados de la página web Anarcosindicalismo básico.

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Las elecciones sindicales: ¿qué son?
En este país los trabajadores en activo son legalmente representados ante la patronal a través del comité de empresa. Para constituirlo, se realiza cada cuatro años un proceso de elecciones en las empresas. En él participan los sindicatos presentando candidaturas, listas de personas elegibles a través del voto individual y secreto del empleado depositado en una urna en el día electoral. Las listas que se presentan son listas cerradas, es decir, son votadas al completo y en el orden en el que el sindicato las presenta. El votante no puede priorizar a los candidatos de su preferencia, o votar a candidatos de listas distintas. En definitiva, la ley determina de forma minuciosa el desarrollo y calendario de la campaña electoral. Todo culmina en el día de elecciones, que es cuando se vota. Posteriormente se hace el recuento de los votos, y se reparte en proporción a lo que obtenga cada lista el número de delegados sindicales que les corresponda. Estos delegados constituyen luego el comité de empresa.

Las elecciones sindicales: su origen
Las actuales elecciones sindicales, derivan de las elecciones a enlace sindical que se celebraban durante la dictadura franquista en el seno de sus Sindicatos Verticales. Las elecciones sindicales durante el franquismo se diferenciaban de las actuales, en que en ellas no se presentaban sindicatos ni candidaturas, sino personas como "independientes". Pero debe quedar claro que unas elecciones sindicales son perfectamente compatibles con un régimen dictatorial. Tanto miembros de CCOO como de USO durante el franquismo a partir de los años 60, participaban individualmente en las elecciones en los sindicatos franquistas.
La UGT y la CNT las boicoteaban, y promovían un enfrentamiento radical contra la dictadura que las dejó agotadas y desarticuladas. Puede decirse que durante los años 60 hasta la muerte de Franco en 1975, UGT y CNT llevan una existencia mínima, clandestina y perseguida sin-dicalmente hablando.
En cambio CCOO y USO -también clandestinas- campaban con más tranquilidad gracias a las posiciones institucionalizadas que ocupaban sus delegados en el Sindicato Vertical franquista. Especialmente CCOO y el Partido Comunista de España, esperaban convertirse gracias a la participación en el sindicato franquista, en los únicos representantes del movimiento obrero español, ya que disponían de miles de cuadros sindicales activos elegidos democráticamente y tolerados por los fascistas. Los líderes de CCOO y del PCE pensaban que era imposible derribar al régimen mientras viviera Franco. Su estrategia era esperar a que muriera, promover una democracia y convertirse en fuerzas hegemónicas de la izquierda española colocando a su gente en el aparato del Estado. Para conseguir esto, necesitaban una Transición tranquila. En consecuencia, dieron todo tipo de concesiones para alcanzar el poder: aceptaron los símbolos de la monarquía, el jefe de Estado designado por Franco (el rey), el sistema capitalista y la economía de mercado, la continuidad de los fascistas en sus puestos, y que no hubiese ajuste de cuentas con los asesinos y ladrones del régimen.
A ellos se unieron finalmente otras formaciones respetables de la izquierda como el PSOE y la UGT, que no querían perder su parte del pastel. Muerto Franco y disueltos los Sindicatos Verticales, el gobierno de la Unión de Centro Democrático, apoyado por estas fuerzas de la oposición, implantan el sistema electoral con voto secreto en las empresas hacia 1978.
En resumen: las elecciones sindicales son herencia de la dictadura franquista, de los falangistas y fascistas reconvertidos a demócratas, y de los comunistas, socialistas y liberales que los apoyaron para hacer la Transición a la llamada democracia, de forma pacífica y sin rupturas. Esta herencia responde a la necesidad del gobierno y la patronal de disponer de interlocutores válidos y agentes sociales responsables. El poder y el capitalismo para nada necesitan un pueblo consciente de sus derechos, masas en movilización permanente y disidentes que pretendan a derribar el Sistema.

El circo electoral
Te dirán que mediante las elecciones los trabajadores de una empresa eligen a sus representantes. Es falso. Las elecciones tienen una misión principal, que es la de asignar la representatividad a las centrales sindicales que contienden. El sindicato que es representativo es el que se sienta a negociar con el gobierno y la patronal, y el que recibe miles de millones de pesetas en subvenciones. Si votas a un sindicato, lo que haces es otorgarle legitimidad a las personas que dirigen ese sindicato para que actúen en tu nombre. Les das potestad, los capacitas, los avalas para que cuando tomen una decisión, por medio de la magia electoral puedan decir que Tú has participado. La legitimidad es algo que busca siempre el poder, y significa que quienes están dominados tienen confianza en los que mandan y piensan que tienen razón, o que tienen sus razones para hacer lo que hacen. En España la legitimidad de los sindicatos es muy escasa. La gente los identifica con el gobierno y con la patronal, y en general piensa que la corrupción dentro de ellos es algo generalizado. La encuesta encargada en 1995/1996 por la Universidad Complutense de Madrid sobre la sociedad española, en el apartado sindicatos, expresaba que la gente opina en general: que los sindicalistas son funcionarios y los sindicatos emanación del Estado; que un 63% de la población tenía peor imagen de los sindicatos que de los grandes empresarios; que esta opinión calaba más entre gente de izquierdas que de derechas; y que la imagen más positiva sobre los sindicatos la manifestaban aquellas personas que apoyaban al gobierno. Hay muchos otros estudios que dan similares resultados.
Puedes pensar que tú serás diferente a ellos, que tú harás las cosas de otra forma, que tú puedes presentarte a las elecciones y ser mejor que esa gente, que convertirás el sindicato en otra cosa. Bueno, pues tú eres muy presuntuoso. En España hay una pluralidad sindical increíble, y es muy dudoso que tú consigas superar a las decenas de miles de sindicalistas que andan por ahí dando vueltas con sus carpetas. Cuando todos lo hacen tan mal, no puede pensarse que eso sea porque todos ellos son malos, perversos, traidores... Hay otros motivos...

En breve la segunda parte....

Segunda parte

Tercera parte




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