Tercera parte de los motivos por los que la CNT esta en contra de las elecciones sindicales y como este sistema de representacion sindical es una arma del Estado y de la Patronal para silenciar la voz de la clase trabajadora. Los textos estan sacados de la página web Anarcosindicalismo básico.
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Responsabilidad del sindicalista de Estado
Tú que lees esto, abre los ojos: no vale decir que tal como están las cosas, que nos quedemos como estamos; no vale pensar que este sistema es invencible; no vale aceptar la moral del mal menor. Al colaborar con un sindicato de Estado, al presentarte a las elecciones
sindicales, al liberarte de tu trabajo, te haces cómplice de un sistema de control de los trabajadores, diseñado para impedir que sus voces se oigan; te conviertes en un agente de la represión, en un capataz, un capo, un colaboracionista, un preso que vigila a otros presos. Tú sabes que es imposible que el sindicalismo de Estado cambie. Es imposible que renuncie a los fondos de formación ocupacional, a las subvenciones y a su presencia institucional, porque de esa renuncia derivaría su desaparición. Tú sabes que un funcionario liberado no puede arreglar la siniestralidad laboral, ni la precariedad, ni el paro... Tú sabes que tus reivindicaciones son ridículas: carrera profesional, oposiciones, cursillos de formación, salarios de los liberados, pactos por el desarrollo no interesan a nadie más que a los que diseñan y firman esas cosas. Tú, como sindicalista de Estado, eres un peón más de la violencia simbólica. ¿No estás harto de verte increpado por los trabajadores? ¿no te cansa ver a tus dirigentes vivir del cuento? ¿no te parecen absurdas esas concentraciones realizadas con horas sindicales? ¿no son chorradas esas huelgas generales destinadas a salvar la cara de los dirigentes? ¿no son indignantes esos congresos en los que te limitas a votar lo que te manda el jefe de tu facción?... Tú lo sabes mejor que nadie, no importa que seas de UGT, de CCOO o de CGT. Los sindicatos de Estado sólo pueden mejorar de una manera: muriendo.
El boicot a las elecciones sindicales
La CNT rechaza el principio de autoridad, y por tanto, representantes con poder e inamovibles. Tras las elecciones de 1978, la CNT tuvo que optar entre meterse en el circo electoral, o mantenerse apartada de ese sistema de representación buscando otro cauce para su acción sindical. Si CNT entraba en el sistema de elecciones sindicales, delegados ejecutivos, funcionarios a sueldo y subvenciones del Estado y de la patronal, reproduciría exactamente aquello que está tratando de evitar. Y (no podía ser de otra forma) se acordó boicotear las elecciones sindicales al igual que se hizo durante el franquismo. El precio que pagó la CNT por mantenerse un poco coherente (la pureza y coherencias totales no existen), fue el de dos escisiones de personas que prefirieron marcharse, ante las dificultades que tiene el llevar adelante una acción anarcosindical de este tipo, y apostaron por un tipo de sindicalismo basado en las elecciones-subvenciones-liberados. Estas escisiones formaron lo que es hoy la Confederación General del Trabajo (CGT). En la práctica, la CGT, si bien ha contado con más movilidad, al disponer de algunos fondos para pagar a sus funcionarios, ha obtenido hasta el momento resultados electorales insignificantes. Y, lo más importante, la CGT se ha institucionalizado, forma parte del sistema, funciona a través de sus oligarcas pagados por el Estado y las empresas, monta su negocio de cursos de formación (como el resto de sindicatos), y convierte -al igual que todo el sindicalismo de Estado- la democracia en una tragicomedia, en una pantomima, en una palabra vacía, carente de significado. El papel general de la CGT, de CCOO, de UGT, de USO y sus liberados institucionales, es vergonzoso.
Es cierto que la CNT tiene una existencia escasa y precaria, por ahora. Pero la fuerza de una idea no la proporciona el número de sus partidarios, sino la validez de sus planteamientos. Y la misión de los disidentes es mostrar cómo funcionan las cosas, y abrir nuevos caminos que puedan dar lugar a la revolución social. No el conseguir muchos afiliados a través de los cursillos de formación. El cómo se consiguen las cosas es sumamente importante para un sindicato libertario.
Somos un sindicato. Tenemos una organización. No sientas complejos porque seamos poca gente. La CNT no es ineficaz, no es débil, no está anticuada. La CNT es una máquina reluciente, es un artefacto recién inventado que sirve para luchar contra el capitalismo. Si sólo hubiera en este planeta dos personas que la emplearan, no variaría el hecho de que están luchando, están organizándose, definiendo problemas, acotando objetivos, desarrollando tácticas y estrategias y obteniendo soluciones y victorias hasta en la derrota. Porque esas dos personas están ahí, luchan
en contra de. Y eso da pánico al sistema y a sus servidores. Eso irrita a colaboracionistas y traidores. Eso molesta a cobardes y vendidos. Eso enfada a trepas, chaqueteros, enjuagadores, pasteleantes, pelotas y oportunistas. Eso asusta -también- a personas de buena voluntad que trabajan "porque no se puede hacer otra cosa" para los sindicatos de Estado. Eso les inquieta, porque ellos saben -en el fondo que sus intereses, sus subvenciones, sus liberaciones, sus discursos, su eficacia, sus grandes aparatos, sus ONGs y su voluntariado... no son más que ¡mentiras! que justifican la opresión y la codicia capitalista. Que haya disidentes que están dispuestos a adoptar otras formas de acción, eso no les gusta, eso les da miedo porque pone en la mesa el estilo de vida que asocian al capitalismo. Por eso intentan inculcarte la idea de que todo es inútil, que no se puede hacer nada fuera del marco de sus reglas y de su juego. Pero siempre, siempre puede hacerse algo, aquí, ahora, en este momento. El amor a la Libertad, la asamblea, el federalismo, el apoyo mutuo, la Acción Directa, jamás esas palabras pueden ser débiles. Ten conciencia de ese hecho, y serás fuerte aunque estés solo. Queremos ser muchos, pero no como criados del sistema.
Segunda parte
Primera parte
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