Casandra en la encrucijada

Juan de la Lama (articulo de opinión del periodico CNT nº358, Julio 2009)

La prensa económica se rasga las vestiduras. Insiste en la ceguera en la que hemos vivido durante los últimos 25 años. Nadie se dio cuenta que el neoliberalismo era una patraña economicista sin fundamento científico ni racionalidad alguna. Nadie dijo que el neoliberalismo era un monstruo que se alimentaba del dolor y el sufrimiento de la humanidad y convertía el planeta en un infierno donde reina la injusticia.

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Ahora nos tocará pagar las consecuencias durante años, quién sabe si decenios. Lo peor está por llegar, puede ser el inicio de una larga decadencia, no sólo en la economía. Rotas por el capitalismo las estructuras de cohesión social y degradado el equilibrio ecológico, nos esperan catástrofes naturales, pandemias, hambrunas, guerras, plagas, enfrentamientos civiles. Cómo nadie nos advirtió. Nadie no.
El pensamiento anticapitalista y antiautoritario sí. Como Casandra, había profetizado con detalle el desastre que ahora padecemos, sin unirse a la alegre fiesta de quienes celebraban el fin de la historia.
Como Casandra, sufrió el desprecio de la opinión general y la persecución del poder.
Ahora cunde el pánico. Quienes antes festejaban, ahora tiemblan. Gritan Mamá, Mamá. O gritan Dios, Dios. O gritan Estado, Estado. Qué cobardía. Que venga Mamá que estoy solo y tengo miedo. Que venga Dios y me diga lo que está bien y lo que está mal. Que venga el Estado y me proteja.
Se han celebrado las elecciones europeas. Paradójicamente ha ganado la derecha que ha producido esta crisis económica. La derecha berluscona, desvergonzadamente corrupta y corruptora, incluso de menores. La izquierda parlamentaria desaparece. De tanto llevar a la práctica el programa de la derecha se ha quedado sin discurso, ni credibilidad. La abstención ha arrasado.
Los gobernantes, especialmente en España, van a intentar solventar la crisis recortando derechos sociales y laborales. No queda más remedio que esa abstención se organice y dé una respuesta contundente a las contrarreformas que nos esperan. La indemnización de 45 días por despido improcedente es una conquista social que no se debe perder. La línea roja que si se traspasa se pierde todo.
No hay ninguna solución mágica. Nadie nos puede ayudar. La humanidad
se encuentra ante una encrucijada. Ya no es un niño. Tiene que actuar por sí misma. Ni está Mamá, ni está Dios, ni estará el Estado. Estamos nosotros solos, la humanidad, frente a un desafío que nos concierne exclusivamente a nosotros.
O sabemos afrontarlo con éxito o el desastre tendrá dimensiones apocalípticas. Pasaremos como un proyecto frustrado en el desenvolvimiento de la conciencia por conocerse como naturaleza autoorganizada. No acabará la historia, ni el planeta. Habrá otros intentos que soslayarán las dificultades gracias a nuestro fracaso.
Por eso, la desesperanza, jamás.
Ahora, más que nunca, para afrontar el reto sabemos que somos capaces y tenemos los instrumentos para hacer de la necesidad virtud.
Ni Dios, Ni estado. Ni Mercado. Nosotros solos con nuestro propio esfuerzo
y autoorganización en asociaciones de hombres y mujeres libres
que deciden asumir sus propias responsabilidades sin delegar en nadie.
Tomando el control de la economía, sin Mercado. Dirigiendo todos los esfuerzos para satisfacer las necesidades reales y básicas de la población de forma igualitaria y solidaria. Sin dispendios, derroches, ni despilfarros. Respetando la integridad de la naturaleza, conociéndola. En ella reside la sabiduría. Si aprendemos a amarla nos mostrará el camino para vivir y gozar sin penas.
Pletóricos de energía y ánimo, con el mínimo esfuerzo. Sanos y alegres por haber merecido la gracia de estar presentes aquí y ahora. Nosotros solos, ya mismo y sin miedo. O el infierno.