Mitin cenetista en el teatro Pardiñas, febrero de 1937 |
Por Gelín Meana
El
pasado día 5 de enero el diario La Nueva España publicaba en su edición de
Occidente http://www.lne.es/occidente/2013/01/05/derecho-autodefensa-memoriaproletaria/1349934.html
un artículo del actual secretario general del comité regional de la
Confederación Regional Asturias y León de la CNT, Gelín Meana, en respuesta a
sendos artículos publicados con anterioridad por el periódico y firmados por L.
Á. Vega en los que, recogiendo la tesis del novelista Martínez Reverte, se
implicaba a la CNT en los asesinatos de Paracuellos y más concretamente a Amor
Nuño, por entonces secretario de la Federación Local de Madrid. Aquel artículo
hubo de amoldarse a las disponibilidades de espacio, por lo que fue necesario
dejar aparcados algunos datos y argumentos que ahora, en una versión más
amplia, publicamos aquí. Al final se recogen enlaces a documentos y artículos
relacionados con el tema, que se retrotrae a la polémica suscitada por la
publicación en El País de un artículo de Reverte en 2006. Recogemos además, con
el consentimiento expreso del autor, el trabajo que a raíz de la polémica realizó el investigador Sexto
Empírico sobre la persona de Amor Nuño y que en su momento (2008) publicó la
Biblioteca Fantasma, muy interesante y revelador de la trayectoria del
compañero cenetista y de las infamias de que ha sido objeto por parte de
Martínez Reverte.
EN DERECHO DE AUTOFENSA PROLETARIA
Con
Santiago Carrillo prácticamente aún de cuerpo presente, en “Los otros asturianos de Paracuellos”
(lne, 8/oct/12) L. Á. Vega, autor del artículo a toda página sobre el “turbio episodio de la Guerra Civil”, se suma
al coro y corte de los hagiógrafos dispuestos a acelerar el proceso para la
canonización y ascenso del insigne asturiano a los altares de la fe que hoy
abrazan millones de crédulas gentes por todo el hispano solar: la Democracia
Transida, a la española. Para limpiar y lustrar su adusta imagen, tratando de
desincrustarle ese indecoroso lamparón de Paracuellos que pertinazmente asomaba
en su serpenteante avatar, se ensaya atenuar sus efectos con la testada fórmula
del ventilador. Se
trata de repeler las responsabilidades esparciéndolas alrededor.
Carrillo, en manos de la monarquía campechana |
Tenemos así según el artículo de
La Nueva España (lne) que aparecen “otros asturianos” hacia quienes se podrían
desviar las responsabilidades: el cenetista cudillerense Amor Nuño y el general
ovetense José Miaja pero, mientras que a éste se le despacha con una simple
línea en la que se dice que tuvo conocimiento de la matanza, para tratar de
incriminar al primero se utiliza toda una plana del periódico. Y es que ¡eureka! el periodista y novelista,
y también investigador histórico aficionado, Jorge Martínez Reverte (JMR)
descubre un documento en los archivos de la CNT sobre el que elabora a toda
p.r.i.s.a. una novelesca conjetura por la que hace a la CNT responsable con la
JSU de la planificación y ejecución de
la matanza. Esta conjetura, publicada en su libro “La batalla de Madrid” (2004) y en un artículo a doble página en El
País (nov. 2006) ha ido tomando carta de naturaleza en manos de historiadores
poco escrupulosos y escasamente
diligentes en su trabajo que la han utilizado sin depurar y contrastar, y ha
sido aireada por periodistas que le han dado un pábulo, del que quizás ellos
mismos anden necesitados, sin sopesar las responsabilidades en que incurren
tanto frente al código deontológico de su profesión como frente a
organizaciones y personas.
Avezados recuperadores y
revisionistas históricos se aprestan a presentar atenuantes y eximentes a la
responsabilidad de don Santiago en las fechas perimortem (El Pais 21sep12),
tarea a la que se suma Vega, que en su artículo dice que de aquella
responsabilidad “no hay prueba documental” y asegura que “en cambio sí que hay
pruebas documentales (dice en plural ¿?)” respecto al cudillerense Amor Nuño
Pérez, secretario de la F.L. de la CNT
de Madrid a finales del 36, y nos apunta como única prueba el que “el
especialista (se refiere a JMR) desvela un acta del comité de la CNT que apunta
sin
ninguna duda a este anarquista.”, por lo que suponemos que Vega ha
examinado el acta –que aparece como apéndice al libro de JMR- ya que más abajo
abunda en que Amor Nuño participó el 7 de noviembre en una reunión secreta en
que se pactó la eliminación de los presos fascistas con “la cúpula de la JSU”,
lo que entrecomilla, dando a entender que está citando literalmente el
documento.
Amor Nuño
El acta.-
Pero no parece que ni Vega ni, lo que es más grave, los historiadores que avalan
a Reverte se hayan tomado el trabajo de leerse el acta, y si se lo han tomado
peor, porque en ella ni aparece en parte alguna la JSU, ni su cúpula, ni
reunión ni pacto secreto alguno, ni se cita ni se alude a Amor Nuño ni niño
muerto ninguno, por lo que hay que deducir que o no saben leer o están actuando
a mala fe, con intenciones cuyo interés se nos escapa pero que resultan falaces
y difamatorias.
Y es que la tesis de Reverte no
resiste el mínimo análisis crítico, desde el momento en que su utilización
torticera de la clave de bóveda en que se sustenta –el acta, según dice, de una
reunión del Comité Nacional de la CNT- falsea datos, modifica hechos,
tergiversa el propio documento y emite descalificaciones personales e
injuriosas, con lo que su entramado argumental fálsia y no se sostiene.
Para empezar el famoso
documento, del que JMR no aporta dato archivístico ni bibliográfico alguno, no
es el acta de una reunión del “COMITE NACIONAL DE LA CNT ENTRE LOS
DISTINTOS MIEMBROS DE COMITES RESPONSABLES DE LA ORGANIZACION CONFEDERAL EN
MADRID” como titula en la
trascripción que nos hace, que según asegura es completa y literal, ya que el
título del documento –en realidad el borrador de un acta y no un acta
aprobada, que hemos consultado y del que podemos dar referencia archivística-
en minúsculas, dice: "Acta de la reunión celebrada el día 8 de Noviembre
de 1936, en el local del Comité Nacional de la C.N.T. entre
distintos miembros de Comités responsables de la Organización confederal de
Madrid." Tergiversa Reverte,
y cambia mucho la cosa respecto del nivel de las responsabilidades que
luego pretende atribuir. Mal empieza.
Antiguo palacio del marqués de Monistrol en la calle Luna 11, Federación Local de la CNT de 1936 a 1939. Foto de los años 60 del siglo XX |
Y continúa
falseando datos y modificando hechos: siguiendo las pgs. 239 y 240 de su libro, con el acta al lado,
se comprueba cómo desvirtúa el documento que presenta como aval de las
interesadas patrañas que destila párrafo tras párrafo y la burda y abundante
manipulación que va urdiendo, lo que le desacredita para cualquier suposición
que elabore a partir del documento.
Y descalifica
e injuria la persona del compañero Amor Nuño, lo que Vega alimenta con su
artículo tramposo -aunque luego venga
obligado a instancias de la familia del cudillerense a contrastar la versión de
esta (lne, 22oct12)- porque no es cierto, como dice el subtítulo de su
artículo, que ningún documento de la CNT lo implique en “la matanza” y aunque,
como se recuerda en el desmentido, Jesús Salgado haya demostrado –ciertamente
sin profundizar demasiado- que Reverte miente, tú difama, que algo queda...
Porque Reverte vuelve a mostrar su ignorancia desconociendo los libros de los
libertarios Eduardo de Guzmán “Nosotros
los asesinos” y de Jesús Leiva “Memorias de un condenado a muerte”, en
los que puede seguirse la trayectoria de Nuño que, contra lo que aquel asegura,
ni fue expulsado de la CNT ni huyó cobardemente. Pasan los años y a quien el
tiempo deja por cobarde es a un JMR que no se enfrenta, no a “la inquina de los
anarquistas” como dice Vega, sino a los hechos documentados que estos le ponen
delante.
Milicias anarquistas en la defensa de Madrid
La inverosímil reunión secreta.- Ya
hemos señalado que en el acta, a pesar de lo que afirma Reverte, Amor Nuño ni
aparece ni se recoge tampoco informe ninguno de una reunión CNT-JSU por lo que,
no constando otra fuente ni referencia documental ni directa ni indirecta de la
supuesta reunión, su existencia no puede resultar más que ficticia. En el acta quien
aparece es Enrique García -segundo de Nuño en la Junta de Defensa de Madrid
(JDM) por la FL de la CNT- informando de lo acaecido en la reunión de
constitución formal de la JDM a las 6 de la tarde del día anterior (7 nov.,
primera a la que asistían los anarquistas) y que tras una interrupción de unas
2 horas continuó en segunda sesión de 10 de la noche a 2’30 de la madrugada. Y,
en ese cometido, relata lo que allí se trató, y en la relación de aquellos
asuntos que recoge el acta: “da cuenta de los acuerdos que han tenido con los
socialistas de Orden Público sobre lo que debe hacerse con los presos”.
Que esto es así, que de lo que
está informando es de los acuerdos tomados por la JDM, lo permiten corroborar
claramente las informaciones sobre el contenido de los temas tratados en la
reunión de la Junta aquella tarde-noche aportadas por Aróstegui y Martínez en "La Junta de Defensa de Madrid" (donde se publican todas sus actas).
JMR desconoce
este libro, o lo escamotea, y hace lo mismo con el de Gibson “Paracuellos, como fue”. En él se
reproduce una entrevista realizada por el autor a Carrillo en la que éste
cuenta cómo en la noche del 6 al 7 de noviembre él y otros mantuvieron una
reunión con Miaja -contraviniendo las
órdenes que Largo Caballero le había dejado a este último en un sobre lacrado
que no debía de abrirse hasta la mañana del 7- para decidir la constitución y repartir funciones de la
JDM, y que en ella se trató sobre la “evacuación” de los presos, que ésta fue
ordenada por Miaja, y llega a decir que no puede asegurar que él mismo no la haya firmado, y que fue
decidida en conjunto por la Junta (por quienes la componían en ese momento,
claro) (pgs. 211-212-221-225, ed.2005).
A pesar de ello Reverte, exegeta de última hornada, interpreta en base a
aquella única referencia del acta cenetista que “los acuerdos que se han tomado
con los socialistas de Orden Público sobre lo que debe hacerse con los presos”
no fueron asumidos en la JDM por todos los miembros de la misma en la tarde-noche
del 7 al 8 –primera reunión a que acuden los anarquistas y en la que son
informados de tales acuerdos- sino que fueron decididos en una supuesta reunión
secreta celebrada en las dos horas de descanso entre sesiones de la Junta,
entre Amor Nuño por CNT y Carrillo, lo más probable dice, por la JSU. Esta
posibilidad es desmentida por los hechos documentados en sendos libros: “Diplomático
en el Madrid rojo”(1938) de Schlayer, que cuenta que a esa hora se reunía con Carrillo, y “Madrid, corazón que se desangra”(1976)
de Gregorio Gallego que narra la visita que a esas horas recibe de Nuño en la
otra punta de Madrid. Más documentos ignorados o escamoteados.
Gregorio Gallego |
Félix Schlayer, caricatura
|
Así pues, una
reunión de la que nadie tiene noticia, a la que nadie nunca ha aludido, por la
que no se entiende que “el especialista” no haya pedido confirmación a Carrillo
y que además Gregorio Gallego, cenetista madrileño del momento, niega
categóricamente en una entrevista para “El
Solidario”(2007). Reverte como investigador resulta un fiasco.
Del dicho a los hechos.- La conjetura
de JMR, amén de indocumentada, no resulta plausible y por ello periodistas
–Rafael Cid y Arcadi Espada-, investigadores –Jesús Salgado, Sexto Empírico, Centro de Documentación y Estudios Avanzados
de Arte Contemporáneo-, y también historiadores –Julián Casanova, Gil Vico, Helen
Gram-, p.e., recelan de ella o directamente la refutan. Porque contra lo dicho
por “el especialista” los hechos pasan arrolladores por encima de su literaria
elucubración y se imponen tozudamente:
-Así, en los
millares de páginas que en docenas de libros analizan la masacre, en las que
nunca nadie había documentado, testimoniado o apuntado a la responsabilidad
directa de la CNT en la decisión de su planificación y ejecución, antes de que
Reverte, con prueba tan controvertida y endeble, llegue a acusarla de
instigadora.
Carrillo, ya Consejero de Orden Público,
del brazo con los comunistas
-Así, en la
simpleza del propio JMR que, en descargo de Carrillo, dice que éste no tenía
poder para decidir sobre qué hacer con los presos y da por supuesto que Amor
Nuño podría decidir por encima del Comité de Defensa Confederal, el Comité
Regional Centro, el Comité Nacional de la CNT y del propio Ministro de Justicia
García Oliver, cenetista y anarquista.
Juan García Oliver
-Así, en las
intervenciones de éste que, nombrado ministro el 4 nov, el 6 –alarmado por la
preocupación que le traslada el secretario del CR de Centro de la CNT, David
Antona, ante las ejecuciones indiscriminadas que están llevando a cabo las
brigadillas de los socialistas Atadell y Margarita Nelken- se presenta en el
Ministerio de Guerra (Galarza, socialista) para exigir su paralización
inmediata bajo amenaza de su dimisión; que el 9 nombra Inspector General de
Prisiones al anarquista Melchor Rodríguez quien ese mismo día pone fin a las
“sacas” que se están efectuando y paraliza con su personal presencia física una
de 400 personas esa misma noche; que en días posteriores consolidará los
tribunales populares o creará los campos de trabajo, en vez del tiro en la nuca
para los presos fascistas, con todo lo cual el acuerdo para la eliminación de
éstos instigado por la CNT se viene abajo y pone de manifiesto que si es cierto
que los anarquistas fueron conocedores a partir de la noche del 7 de ese plan
–como todos los partidos y sindicatos que sostenían la legalidad
frentepopulista en la JDM- fueron también los únicos que hicieron algo para
detenerlo.
Melchor Rodríguez, "El ángel rojo",
en la cárcel terminada la guerra
-Así además,
en cómo el día 7 hubo que frenar desde la organización de la CNT-FAI el intento
de asalto a la embajada de Chile, donde se refugiaban señalados y numerosos
fascistas, e incluso cómo en la JDM se llegó al acuerdo de proteger con
milicias anarquistas las sedes de varias embajadas.
-Así como en
las manifestaciones de destacados responsables cenetistas ante los hechos de
ejecuciones indiscriminadas y arbitrarias, p.e. las del propio García Oliver
refutando a la Nelken en una entrevista cara a cara: “Revolución social es rotura de todos los frenos que sujetan al hombre
a las viejas estructuras sociales. Es cambiar el modo de vivir, transformando
la economía individual burguesa en colectiva socialista. Así
deben proceder los revolucionarios, haciendo abstracción de la persona física
del burgués, porque la revolución debe
hacerse sobre los sistemas, y no eliminando a las personas”; las de Melchor Rodríguez “Por las ideas se puede morir, nunca matar” o Joan Peiró
denunciando “los desmanes que deshonran
la revolución” y protegiendo
personalmente a numerosos eclesiásticos y derechistas, como también hizo el
propio Amor Nuño, aunque ello no impidiera que fueran fusilados al término de
la guerra.
Joan Peiró
-Así también
en los posicionamientos de las
organizaciones anarquistas a través de comunicados radiados o publicados en los
periódicos, de la CNT y la FAI conjuntamente: “…la victoria ha de estar dotada de un fondo moral que, a los ojos del
mundo, labre su propia dignificación. Manchar el triunfo con pillajes y
expoliaciones, con allanamientos domiciliarios caprichosos y otras
manifestaciones de arbitrariedad, es cosa innoble e indigna y, desde luego,
perjudicial a los intereses de la clase laboriosa. La CNT y la FAI han adoptado
severísimas medidas que sin contemplaciones les serán aplicadas a aquel o
aquellos a quienes se sorprenda realizando actos de tal naturaleza.”
De la CNT: “…Se están sucediendo registros
domiciliarios, seguidos de detenciones arbitrarias y consiguientes
fusilamientos, sin causa alguna que justifique tal medida, al extremo de que
sospechamos que los ejecutores son gente que obra a capricho y quizá pagada por
el fascismo para sembrar el pánico y el terror, y que, desde luego, no tiene
nada en común con nosotros. Esto no puede continuar por más tiempo… Que cada
militante, que todos los soldados de la revolución sean los más celosos
guardadores de un orden nuevo: ORDEN REVOLUCIONARIO. ¡Que la revolución no nos
ahogue a todos en sangre! ¡Justicieros conscientes, si! ¡Asesinos, nunca!...”
De la FAI.: “Hasta nosotros llegan rumores gravísimos.
Se nos dice que grupos armados, diciéndose pertenecientes a la CNT, a la FAI y
al POUM, realizan registros domiciliarios y cometen actos en contraposición con
el espíritu anarquista y con la justicia del pueblo… decidimos salir al paso de
esa irresponsabilidad monstruosa, no ya con palabras, sino con hechos y
resoluciones implacables… La FAI está dispuesta a acabar con estos grupos de
inconscientes, que quién sabe con qué fines deshonran el movimiento
revolucionario del pueblo… afirmamos con energía que sus actos les denuncian,
en el mejor de los casos, como almas turbias, en las que el instinto justiciero
del pueblo se adultera, despertando voces primitivas anidadas en lo más oscuro de su conciencia. La FAI
declara que no tan solo no tiene nada que ver con esos excesos, secuela del
desborde que representa un estallido popular, sino que está dispuesta a
atajarlos de una manera radical y enérgica. Somos enemigos de toda violencia,
de toda imposición. Nos repugna toda sangre que no sea la derramada por el
pueblo en sus grandes empeños justicieros. Pero declaramos fríamente, con
terrible serenidad y con inexorable propósito de hacerlo, que si no se acaba
con todos estos actos de irresponsabilidad PROCEDEREMOS A FUSILAR A TODO
INDIVIDUO que se compruebe que ha realizado actos contra el derecho de gentes…
Por el honor del pueblo de Barcelona, por la dignidad de la CNT y de la FAI,
hay que acabar con esos excesos. Y con ellos acabaremos.” (“La CNT en la
Revolución Española” José Peirats. Ruedo Ibérico tomo 1 pg 174-175) Posicionamientos convertidos en hechos, pues
varios elementos confederales desmandados fueron fusilados por orden de la
Organización en el lugar del delito, como José Gardeñas, del Ramo de la
Construcción de Barcelona, o Fernández, presidente del Sindicato de la
Alimentación. Hechos y posicionamientos que refutan la implicación cenetista en
un plan de asesinatos masivos de los prisioneros fascistas.
Algunos de los principales responsables de CNT-FAI,
sofocada la sublevación fascista en Barcelona. En el centro con gorro
miliciano, García Oliver.
-Y así el acabóse, cuando es sabido que las matanzas de Paracuellos se produjeron el
6,7 y 8 de noviembre y que el 7 hubo 3 sacas que acabaron en fusilamiento, una
de madrugada y dos por la tarde y para entonces, cuando se produciría el
supuesto acuerdo JSU-CNT, ya se habían realizado 1.500 ejecuciones de las 2.000
totales, con lo que presumir que la CNT asumiera la responsabilidad en mil
quinientos asesinatos que no había provocado es insultar no solo la
inteligencia de sus responsables sino la del público entre el que se propala
especie tal. Aunque la inteligencia que realmente insulta es la suya propia
porque Reverte, también intelectualmente, resulta un fraude.
Visto lo visto
convendría a la memoria proletaria tomar nota y preguntar ¿a quién y porqué
interesa culpar a la CNT? No es nueva esta utilización de la CNT y del
anarquismo en general como chivo expiatorio de todo acto de violencia contra el
orden social imperante. Quienes se
oponen a la superación revolucionaria del mundo de la explotación y la autoridad,
de la sociedad de clases, por la sociedad justa, libre e igualitaria que el
anarquismo preconiza siempre han estado interesados en la identificación de
anarquía con desorden, caos y violencia, cuando un repaso somero a la historia
de las sociedades levantadas sobre el principio de autoridad y la explotación
no nos muestra más que sufrimiento, miseria, opresión, injusticia, rapiña,
guerra, violencia, caos y sinrazón rigiendo las relaciones sociales.
La CNT en la etapa “democrática”, por negarse
a la política antiproletaria de paz y pacto social, ha sido objeto de tramas
criminalizadoras y escisionistas propiciadas desde el Estado que la han
relegado a un plano prácticamente testimonial desde el que se ve imposibilitada
para la capacidad de autodefensa ante las provocaciones mediáticas. El poder
mediático –otra de las caras del poder- le niega el pan y la sal y ha ejercido
un boicot informativo contra cualquier manifestación del anarcosindicalismo
organizado, al punto que en su día la respuesta del Comité Nacional de la CNT
al artículo de Reverte publicado en El País en que vertía las acusaciones de
las que se hace eco L. A. Vega en La
Nueva España fue silenciada faltando al elemental derecho de réplica. Y aunque
hemos de reconocer a este último diario el amplio espacio concedido a nuestra
respuesta en derecho de autodefensa no podemos dejar de señalar la maniobra de
relegarnos a su edición de Occidente restándole el alcance que los artículos
que provocaron nuestra réplica obtuvieron al haber sido publicados en la
edición de Oviedo, la principal de las cuatro que tira el diario.
Históricamente
la CNT, por su decidido afán revolucionario y transformador, siempre se ha
visto acorralada, vilipendiada y criminalizada, sabedores los propagadores de
los infundios y ataques a su trayectoria que nunca ha contado más que con sus
propios medios para tratar de neutralizar esos ataques: no tiene, porque se
niega a ello y niega la propia esencia del régimen de la democracia, políticos
instalados en los poderes legislativo ni ejecutivo que puedan salir en su
defensa ante la difamación urdida por los plumíferos mercenarios al servicio
del Sistema del Dominio y la Explotación. Ya en el propio momento de sucederse
los hechos que aquí confrontamos y aludiendo a los mismos, una diputada
republicana nada sospechosa de connivencia con el anarquismo, Clara Campoamor
denunciaba esta criminalización del anarquismo en su libro “La Revolución Española vista por una republicana” y decía: “Desde los primeros días de lucha, un
indecible terror reinaba en Madrid. La opinión pública tuvo al principio la
tentación de atribuir a los anarquistas las violencias sufridas por los
civiles, y en particular en Madrid. La historia dirá algún día si fueron justos
quienes los consideraron responsables de estos hechos. En todo caso debieran
ser todos los gubernamentales, sin distinción, quienes asumieran la
responsabilidad” (p. 97).
Junta de Defensa de
Madrid. El tercero por la derecha es Amor Nuño
Porque es seguro
que todas las organizaciones (los partidos Izquierda Republicana, Unión Republicana, PSOE, Partido
Sindicalista, Partido Comunista y Juventudes Socialistas Unificadas y las
organizaciones UGT, CNT y Juventudes Libertarias) que formaban la JDM a partir de la constitución
de ésta la tarde-noche del 7 de noviembre, supieran de la saca de presos y de
la ejecución en Paracuellos. Pero saberlo no es ejecutarlo. No es nuestra tarea
documentar aquí la implicación en la matanza de Paracuellos de Santiago
Carrillo y/u otros que parecen haberla tenido determinante, sobre algunos de
los cuales por cierto Reverte calla como un afogáu y ni una sola vez en su
artículo aparece mencionada ni la UGT ni el PSOE, cuando existe toda una línea
de responsabilidades que va del ugetista Vega al propio Largo Caballero pasando
por Margarita Nelken, Manzano Govantes, José Cazorla y el ministro de Guerra
Galarza, todos de afiliación socialista con presuntas implicaciones, algunas
decisivas, en los hechos. Doctores tiene la historiografía que lo han puesto de manifiesto. Pero no consentiremos que, a costa de desviar
las responsabilidades de aquellos, se vea comprometida la trayectoria de
nuestra Organización ni la de compañeros históricos resulte difamada e
injuriada tan impunemente.
Para terminar, invitamos al lector a
seguir el citado trabajo de Sexto Empírico, que
publicamos aquí, de
acercamiento a la persona y compromiso militante de Amor Nuño, en el que se
desbaratan las acusaciones de Martínez Reverte y se repasan otras
responsabilidades. Bástenos reconocer y recordar aquí, para hacerse una
idea de la talla moral con ribetes de heroísmo que orlan la trayectoria del
compañero, el destino que arrostró negándose a huir en los barcos de Alicante,
negándose a denunciar a sus compañeros ante la policía franquista, lo que le
costó palizas brutales que hicieron a sus compañeros detenidos darle por
muerto, o reafirmándose en su negativa ante jueces y fiscales, lo que le costó
la vida ante el paredón de fusilamiento.
Aspecto del puerto de Alicante el 1 de abril de 1939,
con centenares de luchadores
del bando de los vencidos esperando por una evacuación
que nunca llegaría.
Nota.- La mayor parte de las
imágenes han sido extraídas de donde
habían sido publicadas. Sin embargo la mayoría de los pies de foto son obra
nuestra.
Enlaces de interés directo con el
tema:
-2º
art lne.- http://www.lne.es/asturias/2012/10/22/amor-nuno-asesino-proclama-familia-
cudillerense-culpado-paracuellos/1315336.html
En los que siguen CTRL + clic para seguir
el vínculo:
-1º art JMR en
El país «Paracuellos
7 de noviembre de 1936» 27
de octubre de 2005
-2º art JMR «Sobre
la inocencia» - 3 de dic 2008
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