La respuesta de Manu García en el buzón del "CNT" de enero de 2012 no hace alusión alguna a mi crítica sobre el papel de los partidos políticos en los procesos de emancipación popular (CNT nº 384, diciembre de 2011).
Para él, "no estamos solos en esa tarea: no le compete a un único partido, organización o tendencia ideológica. Por el contrario, sólo puede ser el resultado de un rico proceso de acumulación de carácter plural e inclusivo en el que el debate sea lo más abierto, respetuoso y franco posible. Ser con otros o no ser... esa es la cuestión crucial del momento." (CNT nº 381, agosto-septiembre de 2011, página 10).
Para mí cualquier partido político es una organización mediadora y, como reflejan nuestros acuerdos de todos los congresos desde 1979, incluído el último: "La visión antiautoritaria de la historia, la nueva ética de la responsabilidad personal e intransferible, el carácter soberano que adscribimos a la persona humana para determinar su destino, nos lleva a rechazar cualquier forma de mediación o de renuncia de la libertad y de la iniciativa individual y colectiva en segundos o terceros, no importa quiénes sean, dejando en sus manos TODO el poder de decisión. ESTA RENUNCIA ES EL HECHO CLAVE, la pendiente por la que se deslizan hacia su ruina las diversas escuelas del socialismo que exigen la dependencia del ciudadano." (X Congreso Confederal, página 5, sobre la Acción Directa). La colaboración con partidos viola claramente el acuerdo de "Principios, tácticas y finalidades" de cabo a rabo. Sin embargo, no falta quien lleve una pegatina de la CNT en el pecho y en la mano un cartel que reclama una "ley electoral más justa, ya" como se ve en una foto aparecida en lahaine.org del 28-11-2011 bajo el titular "Barrios y pueblos de Madrid por la huelga general".
Seguir Leyendo... Por otra parte, la colaboración con organizaciones sindicales que se ha realizado durante el último año no ha conseguido movilizar a la clase trabajadora, es decir, nos ha llevado al fracaso. La clase trabajadora no se mueve ni cuando la convocamos solos ni con convocatorias de los sindicatos minoritarios unidos. Ésta es la dura realidad del presente. Pero es que además con esta estrategia se han ensanchado grietas en el interior de la CNT que será difícil soldar. También habría que tener en cuenta las distintas realidades sindicales en las diferentes regiones de España que dificultan la unidad de acción entre sindicatos minoritarios.
Al final de su escrito "Los libertarios y la política" de enero de este año alude a la fundación de la CNT de hace un siglo aglutinando pequeñas organizaciones sindicales en una organización plural y de masas. Pero es que hoy no existen esas pequeñas organizaciones sindicales debido al alto grado de desafiliación que deriva del individualismo que han extendido en la clase trabajadora. Nuestra época difiere de la época de principios del siglo XX en muchos aspectos y por ello imitar el pasado no nos llevara a lograr nuestros objetivos. La CNT no logró sus fines a pesar de contar con gran parte del proletariado afiliado en algunas localidades y regiones. Después de julio de 1936, allí donde había vencido al fascismo la CNT se integra en el Estado republicano y establece alianzas con otras fuerzas estatistas y capitalistas en vez de acabar con el Estado y el capitalismo. También realizó colectivizaciones importantes, sobre todo en Aragón, destruidas por el Estado republicano en gran medida en agosto de 1937 ante la pasividad de la CNT y del movimiento libertario. Lo que necesitamos hoy es una CNT que sea capaz de acabar con el Estado y el capitalismo con el apoyo de otras fuerzas que pretendan lo mismo. No sabemos las dimensiones de las fuerzas revolucionarias que se requieren para ello porque es un objetivo nunca logrado y las circunstancias del momento influirán. Pero lo que está claro es que ningún partido persigue ese objetivo.
Los errores del aliancismo antifascista y de la integración en el Estado no pueden volver a repetirse.
Para él, "no estamos solos en esa tarea: no le compete a un único partido, organización o tendencia ideológica. Por el contrario, sólo puede ser el resultado de un rico proceso de acumulación de carácter plural e inclusivo en el que el debate sea lo más abierto, respetuoso y franco posible. Ser con otros o no ser... esa es la cuestión crucial del momento." (CNT nº 381, agosto-septiembre de 2011, página 10).
Para mí cualquier partido político es una organización mediadora y, como reflejan nuestros acuerdos de todos los congresos desde 1979, incluído el último: "La visión antiautoritaria de la historia, la nueva ética de la responsabilidad personal e intransferible, el carácter soberano que adscribimos a la persona humana para determinar su destino, nos lleva a rechazar cualquier forma de mediación o de renuncia de la libertad y de la iniciativa individual y colectiva en segundos o terceros, no importa quiénes sean, dejando en sus manos TODO el poder de decisión. ESTA RENUNCIA ES EL HECHO CLAVE, la pendiente por la que se deslizan hacia su ruina las diversas escuelas del socialismo que exigen la dependencia del ciudadano." (X Congreso Confederal, página 5, sobre la Acción Directa). La colaboración con partidos viola claramente el acuerdo de "Principios, tácticas y finalidades" de cabo a rabo. Sin embargo, no falta quien lleve una pegatina de la CNT en el pecho y en la mano un cartel que reclama una "ley electoral más justa, ya" como se ve en una foto aparecida en lahaine.org del 28-11-2011 bajo el titular "Barrios y pueblos de Madrid por la huelga general".
Seguir Leyendo... Por otra parte, la colaboración con organizaciones sindicales que se ha realizado durante el último año no ha conseguido movilizar a la clase trabajadora, es decir, nos ha llevado al fracaso. La clase trabajadora no se mueve ni cuando la convocamos solos ni con convocatorias de los sindicatos minoritarios unidos. Ésta es la dura realidad del presente. Pero es que además con esta estrategia se han ensanchado grietas en el interior de la CNT que será difícil soldar. También habría que tener en cuenta las distintas realidades sindicales en las diferentes regiones de España que dificultan la unidad de acción entre sindicatos minoritarios.
Al final de su escrito "Los libertarios y la política" de enero de este año alude a la fundación de la CNT de hace un siglo aglutinando pequeñas organizaciones sindicales en una organización plural y de masas. Pero es que hoy no existen esas pequeñas organizaciones sindicales debido al alto grado de desafiliación que deriva del individualismo que han extendido en la clase trabajadora. Nuestra época difiere de la época de principios del siglo XX en muchos aspectos y por ello imitar el pasado no nos llevara a lograr nuestros objetivos. La CNT no logró sus fines a pesar de contar con gran parte del proletariado afiliado en algunas localidades y regiones. Después de julio de 1936, allí donde había vencido al fascismo la CNT se integra en el Estado republicano y establece alianzas con otras fuerzas estatistas y capitalistas en vez de acabar con el Estado y el capitalismo. También realizó colectivizaciones importantes, sobre todo en Aragón, destruidas por el Estado republicano en gran medida en agosto de 1937 ante la pasividad de la CNT y del movimiento libertario. Lo que necesitamos hoy es una CNT que sea capaz de acabar con el Estado y el capitalismo con el apoyo de otras fuerzas que pretendan lo mismo. No sabemos las dimensiones de las fuerzas revolucionarias que se requieren para ello porque es un objetivo nunca logrado y las circunstancias del momento influirán. Pero lo que está claro es que ningún partido persigue ese objetivo.
Los errores del aliancismo antifascista y de la integración en el Estado no pueden volver a repetirse.
(Gerardo Fernández, SOV Oviedo)
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