domingo, 15 de julio de 2012

REPRESIÓN EN LA MANIFESTACIÓN DE LA MINERÍA EN MADRID

EN LIBERTAD TRAS SU DETENCIÓN EN MADRID

   Vari@s compañer@s asturian@s –entre ellos un miembro de la CNT de Oviedo- fueron apalead@s y detenid@s en la manifestación solidaria con los mineros celebrada en Madrid el pasado miércoles. Las agresiones fueron llevadas a cabo por los “cobardes, torturadores, antiobreros, cabrones e hijos de puta” -en palabras pronunciadas por dos de las detenidas en el momento de su detención, que conforman la banda armada de las fuerzas de seguridad del Estado. Seguir Leyendo...

   El viernes, pasadas las cinco de la tarde, era puesto en libertad en los juzgados de Plaza Castilla de Madrid nuestro compañero, junto a la mayoría de detenidos y detenidas como consecuencia de su participación en la manifestación en solidaridad con la lucha del sector de la minería y en apoyo a la marcha negra de los mineros que el día 12 concluía en Madrid.
  
   Algunos compañeros de nuestro sindicato se habían trasladado desde Asturias hacia Madrid y participaban en la manifestación, cuando a la una y media la última parte de la misma -que todavía se dirigía al lugar de finalización mientras en la delantera ya se estaban pronunciando los consabidos sermones y echando los preceptivos responsos- empezó a ser atacada para disolverla y dispersarla con el fin de que a las dos, quienes  habían ido desde Asturias y León, estuvieran ya en los autocares, ya que se había dado esa hora por la policía como límite para emprender el regreso.

   Mientras en la cabecera estaban absortos en la autocomplacencia ante el indudable éxito de la convocatoria, con los “líderes” Toxo y Méndez tratando de rentabilizarlo, se despreocuparon absolutamente de los miles de compañer@s que en la parte de atrás estaban siendo agredid@s, sin hacer en sus discursos mención alguna de los hechos, que ya conocían. Como consecuencia hubo apaleamientos y detenciones, entre ellas las dos compañeras asturianas vinculadas al 15 M y un compañero de Adepaban que había acudido en defensa solidaria al ataque selectivo que estaba sufiendo el sector de los compañer@s cenetistas madrileñ@s que portaban pancartas y banderas que les identificaban visiblemente como un sector no “oficial” de la manifestación.

   Las imágenes de las compañeras apaleadas, manando sangre por la cabeza mientras eran llevadas detenidas, han sido difundidas en algunos medios, aunque os recomendamos este enlace con videos sobre la brutalidad de la banda armada policial http://www.lahaine.org/index.php?p=62793.

   Está claro que hubo una violencia, no indiscriminada como dicen algunos –por cuanto no respetaba edades ni sexo-, sino claramente selectiva. Quienes protagonizaban la manifestación, los mineros de la marcha y los sectores de la sindigalla burocrática, que se apuntan a la foto y que van siempre a la cabeza luciendo sus enseñas de diseño, ni se enteraron ni se quisieron enterar de lo que sucedía en la cola y de media mani hacia atrás, donde ya se sabe que suelen ir los sectores no interesados en el rédito mediático sino en la solidaridad y la lucha de clase y donde iban los sectores sindicales no oficiales ni con aspiraciones a serlo. Estos fueron atacados con premeditación y alevosía y con el probable agravante de consentimiento tácito, vistos los oídos y actitudes "sordas" ante la "algarada" que estaban "provocando" –en realidad, sufriendo- "los de siempre".

   Cuando ya las caniladas de la jauría policial habían conseguido enredilar hacia los autocares a las ovejas negras y al resto de la marcha negra, y cuando ya los autobuses estaban dispuestos para el regreso, a eso de las dos y media, la policía, con la satisfacción del deber cumplido, empezó a retirarse en sus furgonas. Desde los autocares se entonaron entonces los emblemáticos y orgullosos cantos a la patrona de la dinamita y también algunas imprecaciones, meramente verbales, hacia los guardianes armados del orden democrático, y éstos, suponemos que menoscabados en su estima de “trabajadores”, decidieron regalarle unos “extras” a su amo y volvieron para emprender una violenta carga repartiendo palos a diestro y siniestro y logrando entrar en algún autocar para conseguir nuevas detenciones. Un práctico allanamiento de morada que la famosa combatividad minera no supo o no pudo impedir.

   Después de 48 horas en los tétricos calabozos de la comisaría –“las dependencias policiales”- privad@s de libertad y en la incómoda situación de tener que responder al interrogatorio consiguiente y a acusaciones inverosímiles, l@s cuatro compañer@s asturias@s fueron puest@s en libertad con una serie de cargos –desacato, resistencia y agresión a la autoridad- que cuando se instruya juicio de que están pendientes podremos conocer su alcance. Horas más tarde la labor de abogados solidarios lograban la libertad de los detenidos que quedaban, para algunos de los cuales en principio la policía pedía prisión incondicional.

   Esta es una más de las “actuaciones policiales” de las que el vigente orden democrático se vale para mantener a raya a quienes osan cuestionarlo por medio de la acción. La solidaridad con quienes ponen su carne en el asador para empujar la solidaridad y la acción común es una tarea que ahora nos toca llevar a cabo respecto a est@s compañer@s represaliad@s.

No hay comentarios:

Publicar un comentario