El sindicato polaco anarcosindicalista ZSP ha convocado varias jornadas de movilización. En los últimos dos años, la clase obrera polaca ha sufrido ataques increíbles contra sus derechos y condiciones de trabajo. La edad de jubilación se elevó a 67 y, más recientemente, el gobierno acabó con la jornada de trabajo de 8 horas. Los sindicatos están respondiendo con protestas desde el 11 hasta el 14 de septiembre. Hacemos un llamamiento de solidaridad consistente en el envío de mensajes de solidaridad, colocación de pancartas o a través de Iternet, carteles, etc en todo el mundo.
Los últimos ataques contra los derechos de los trabajadores dan a los emprresarios el derecho a decir que sus empleados
trabajen hasta 78 horas a la semana, sin pago de
horas extras. Esto se puede hacer mediante la programación de todo el trabajo anual en un período más corto y a continuación, dando a los trabajadores tiempo libre durante el resto del año. Sin embargo, el empresario no está obligado a pagar el salario normal durante este
tiempo, lo que significa que en esencia se puede pagar mucho menos dinero por la misma cantidad de trabajo.
Estas condiciones de trabajo pueden ahora ser aprobadas para un trabajador individual, a pesar del acuerdo de los sindicatos o la falta del mismo. También pueden ser acordadas por un representante de los trabajadores de un comité de empresa. La elección de los comités de empresa se determinará de conformidad con los reglamentos establecidos por los empresarios y el representante no es responsable ante los trabajadores y no tiene derecho a iniciar conflictos colectivos. Esto último es claramente una manera de minar el poder de los sindicatos para negociar.
Los sindicatos en Polonia ya están en un estado de capitulación. No dieron una buena pelea contra la elevación de la edad de jubilación. No ha habido una huelga general en todo el país durante más de 30 años. Después de la introducción de las últimas modificaciones, amenazaron con una huelga. El sindicato Solidaridad incluso celebró
un
referéndum y una abrumadora mayoría de los que
respondieron votaron a favor de una huelga. Pero el sindicato se estancó a la hora de convocarla.
En respuesta a las amenazas de huelga, el gobierno se vengó mediante la introducción de un proyecto de ley que recortaría los subsidios a los sindicatos, lo que les permite mantener
liberados en las empresas. Mientras condenamos el intento del gobierno por castigar a los sindicatos por atreverse a mencionar la palabra huelga, también condenamos la farsa de los sindicatos mayoritarios. Ellos han estado negociando la renuncia de los derechos de los trabajadores durante años, siempre evitando conflictos para mantener su posición y el status quo.
Vemos una vez más la forma en que confunden a los trabajadores que amenazan con una huelga, pero no están dispuestos a llevarla a cabo cuando el gobierno pone en peligro su dinero y sus puestos de trabajo patrocinados.
En lugar de una huelga, tenemos días de acción entre el 11 a 14 septiembre. ZSP organizará eventos alternativos durante este tiempo.
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