miércoles, 30 de diciembre de 2009

¿Qué tendrá un embrión que no tenga yo?

FUNÁMBULOS / Ana Sigüenza
(Periodico CNT 362 Diciembre)
La conferencia episcopal, por boca de su portavoz, Martínez Camino, amenazó a los políticos católicos que voten a favor de la nueva ley del aborto con declararles herejes y excomulgarles.
Debe ser que a los otros, los rojos y ateos, les debe haber reservado un paredón o un buen rapado al cero aderezado con lavativa de aceite de ricino, para que nos caguemos con el protocolo adecuado, como en los años 40.

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Dado que esto de la excomunión es un castigo sólo para los católicos (qué envidia), puestos a excomulgar tenemos unas cuantas ideas (sin cobrar derechos de autor) para la conferencia episcopal. Por si se aburren y no saben qué hacer les recomendamos muy sinceramente las siguientes excomuniones:
- Para los políticos católicos corruptos, por robar de los fondos públicos y por no devolver lo robado, ya que por su culpa las carreteras, las casas, los puentes, los polideportivos, los embalses, la sanidad, la educación… están peor hechos y eso también mata a inocentes.
- Para los avaros banqueros católicos, que nos mantienen a los de abajo en una permanente crisis cuando ya es imposible contabilizar su riqueza, porque están condenando cada día a la miseria a millones de personas y a la muerte segura también de los niños y niñas cuya efímera vida de hambre y enfermedades se ve que es menos asesinato que la de un embrión, a los ojos de la Iglesia.
- Para los católicos intermediarios que, valiéndose del control de los alimentos,
especulan y juegan con los precios, haciendo destruir toneladas y toneladas de alimentos, contaminando con transgénicos o pagando menos que el coste de producción, para que los habitantes de las ciudades cada vez paguemos más, mientras los millones de productoras y productores están condenados a morir de hambre, después de trabajar de sol a sol.
- Para los católicos involucrados en las patentes farmacéuticas que condenan a millones de pobres a una muerte horrible por falta de medicinas. Ahí no hay objeción de conciencia, como con los embriones.
- Para los católicos empresarios que cercenan cada día las vidas de miles de obreros y obreras en sus tajos, pues ¿será que su vida vale menos que la de un embrión?
- Para los católicos que amparándose en un cargo eclesiástico abusan de menores y son protegidos por la Iglesia, ¿será que esos niños y niñas no necesitan ser
protegidos como un embrión?
Con perspectiva de género: la foto de Martínez Camino nos causa una sensación perturbadora, ya me entienden, pero es que él también tiene su perspectiva de género, no se crean: dijo que aquellas que hayan abortado se han de confesar para redimir "su pecado" y conseguir "el perdón" de Dios así como: "aunque hay pecados rojos como la púrpura, quedarán blancos como
la nieve". Y yo soy la primera que voy a ir, pero a que confiesen a mi mantel, porque tiene unas manchas que no salen con nada.

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